Entender o no entender los mercados he ahí el dilema

Cuando alguien empieza en esto tan complicado de los mercados recibe inputs por todos lados: unos, a gritos que es blanco; otros que no, que es negro; otros que sólo ven colores. Al final, si se analiza a fondo, es posible que todos tengan una parte de razón. Sin embargo tanta disparidad no ayuda en nada al trader novel. En este primer artículo voy a intentar aportar un poco de luz al oscuro camino.

Este mundo es Inversión, desde hace muchos, muchos, años quien dispone de un Capital, digamos superior a la media, intenta gestionar por si mismo este Capital, básicamente por seguridad más que por codicia. Lo más normal es que una parte muy importante del capital esté invertido en Renta Fija, divisas y bonos, y una pequeña parte (debido al riesgo, pero también a la posibilidad de mayor rentabilidad) en Renta Variable (acciones de empresas). Estos Inversores no controlan ni diaria ni semanalmente sus inversiones. Es más, la mayoría no han visto un gráfico en su vida. Sencillamente tienen su Capital invertido buscando como beneficio el valor de la Inflación anual y, si es posible, un 2% o un 3% más. Éste es el mercado real.

Luego están los grandes Bancos y Fondos de Inversión, cuyas inversiones están dirigidas por los Jefes de inversión y sus equipos. Éstos sí que miran gráficos, estudios y análisis y todo lo que haga falta para intentar obtener una rentabilidad más importante y, de esta forma, ganar clientes para disponer de más Capital para Invertir y así incrementar sus beneficios. Si un Inversor medio, ni demasiado conservador ni demasiado agresivo, obtiene una rentabilidad anual total en torno al 5%, esto fuerza a estos grandes Bancos y grandes Fondos a buscar una rentabilidad anual en torno al 10%. Tenéis que tener en cuenta que las rentabilidades conseguidas son solo una media de su diversificación y que sí, que quizás pueden conseguir en un buen año una rentabilidad en torno al 20% o hasta un 25% en un activo determinado, sin embargo, en otros instrumentos a lo mejor han cerrado el año con pérdidas o con una muy baja rentabilidad, y la media de todas las inversiones es la que da el resultado.

Es muy importante conocer esto, porque en el mundo del Intradía hay como una idea generalizada de que es fácil o al menos es posible conseguir muy altas, altísimas, rentabilidades. Es normal oír hablar de 10% mensual o hasta un 15% o un 20% mensual. ¡Una locura! Solo con un 10% mensual ya sería un 120% anual y esto, señores y señoras, les aseguro que no existe! Algunos de los grandes, o muy grandes, traders como Warren Buffett con Berkshire hathaway, asumiendo riesgos y siendo uno de los fondos más agresivos y que más riesgos asume del mercado, ha conseguido una rentabilidad media en torno al 20% anual. Es muy importante tocar de pies en el suelo y ser conscientes en todo momento de donde estáis operando y cuáles son las expectativas reales que se pueden esperar de rentabilidades o beneficios.

Dicho esto, vamos a intentar entender cómo se mueve el mercado y, cuando nos dicen que tenemos que tener un sistema seguro y ganador, o cuando nos dicen que tenemos que tener un plan de trading y la correspondiente estrategia, etc, etc. ¿De qué nos están hablando? ¿Qué es exactamente lo que tenemos que hacer?

El mercado tiene siempre una estructura que se repite una y otra vez: cuando el precio es bajo para la mayoría de Inversores, estos quieren comprar y, en este juego de oferta y demanda, esto hace que el precio de los activos suba; y, al revés, cuando los precios son altos para la mayoría de los Inversores, estos quieren vender pero, como a estos precios no hay muchos compradores, esto hace que el precio caiga. Éste es el juego que hay que entender, saber encontrar y prever estos movimientos a base de estudios y análisis. A partir de aquí, solo cuando esto ya se tiene claro, es cuando cada uno/a ha de adaptar su sistema o su plan de trading, para sacar provecho de estos movimientos consiguiendo rentabilidades.

Una vez estos conceptos básicos están claros, vamos a ver esta realidad en gráficos, para poder entender de verdad el mercado y a partir de aquí saber encontrar nuestro sistema personal para sacar rentabilidades positivas .

Esto es lo que da el mercado, intentar buscar mas entradas suele comportar muchos mas riesgos y lo mas normal es que con mas riesgos la relación de trade con profit, trade con perdidas se resienta de forma importante y al final la rentabilidad acabe negativa o neutra en el mejor de los casos.

Para acabar este primer y larguísimo artículo voy a dar respuesta a la foto de la portada con el pescado. Hay una gran trader, una de las más grandes en estos momentos, Hilary Kramer, que explicó con un ejemplo muy visual cómo se opera en los mercados, resaltando la falta de paciencia de muchos Inversores a la hora de entrar en un trade.

Ya hace unos años, en una cena de uno de estos fines de semana de congresos de traders e Inversores en las Vegas, un  mes de Noviembre, delante de un plato de pescado, dijo lo siguiente: “¿veis? De este pescado no me voy a comer ni la cabeza ni la cola, ya que la parte más sustanciosa es, sin duda, la parte central. Pues en los mercados ocurre exactamente igual, intentar operar en los principios y los finales de los movimientos solo trae inseguridad, sufrimiento, dudas y, por tanto y sin ninguna duda, trae pérdidas. Lo que hay que hacer es estudiar y analizar para entrar en el momento adecuado y sacar nuestra rentabilidad del cuerpo del movimiento, del cuerpo del pescado, y olvidarnos de las zonas de cambio o consolidación, o sea la cola y la cabeza del pescado. Solo así los trades son seguros y rentables. Si en vuestro plan de trading prevéis que un movimiento puede ir de 0 a 100, entrar en 30 y salir en 70, ya que de este modo, al entrar, tendréis una altísima probabilidad de validación de vuestro análisis, y salir antes de que empiece a subir y bajar por las dudas de los inversores, operaréis tranquilos, seguros, y los trades no se eternizaran”.

Pues con este ejemplo voy a intentar explicar la cuestión que os planteaba al principio. Cuando salimos a pescar, en el mercado, realizamos estudios, análisis, tomamos medidas de los recorridos, estructuras de los impulsos, estudiamos las ondas, proyectamos fibos etc, etc. Cuando ya hemos pescado el pez, debemos ocuparnos de conservarlo para que esté en condiciones. Pues en los mercados igual, después del análisis trazamos nuestro plan de Trading, empezamos a delimitar la zona donde se confirmará el próximo movimiento y, analizando diferentes temporalidades, delimitamos con claridad dicha zona. Volviendo al pescado, empezamos a cocinarlo y, en los mercados, la tercera fase después del análisis y del estudio general y, una vez elaborado ya el Plan de Trading, ahora nos toca establecer la estrategia: dónde entraremos, dónde colocaremos el Stop Loss, dónde iremos colocando los diferentes Take profit, etc, etc. I se necesita paciencia, mucha paciencia, para esperar el momento adecuado para entrar: ni antes, ni después. De nuevo con el pescado, una vez cocinado empieza el festín y, en los mercados, empezamos la operativa. Ésta es la secuencia. Fijaros bien, si nos hubiéramos equivocado en los estudios y los análisis iniciales o en el plan de Trading, lo más probable es que el precio ya ni siquiera llegara a la zona marcada por nuestra estrategia, por lo que no entraríamos en el mercado y, por tanto, no acabaríamos en pérdidas. Al actuar correctamente las probabilidades de éxito suben de forma importante.

Lo que cada uno/a de vosotros/as debe hacer es adaptar esta secuencia a su nivel de conocimientos. Encontrar un sistema, vuestro sistema, no es más que entender cómo se mueve el mercado, analizar con detalle los últimos movimientos del precio en diferentes temporalidades, establecer la dirección de la tendencia con gráficos mayores, buscar las zonas de consolidación o cambio, delimitarlas y, a partir de aquí, buscar la entrada más segura una vez confirmado o validado el movimiento, siempre, siempre, en la dirección de la tendencia principal. Éste es el sistema que cada uno debe encontrar: saber qué está haciendo, por qué, y hacerlo.